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La casa de Cuba en Beijing

Por  Yudy Castro Morales / Isaura Diez Millán

El Primer Ministro concluye este jueves su visita a la República Popular China, e iniciará una agenda oficial en la República de Belarús, que se extenderá hasta el próximo 12 de noviembre

BEIJING, China.- Poco antes de concluir su visita oficial a la República Popular China, el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, conversó con los miembros de la misión estatal cubana en el país asiático, un encuentro cálido, en familia, que por algunas horas acortó la distancia geográfica entre Beijing y La Habana.

El Primer Ministro habló del tenso escenario económico que enfrenta Cuba, agudizado, casi hasta la asfixia, por el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a Cuba por el gobierno estadounidense, hace más de seis décadas.

La Mayor de las Antillas, sin embargo, no está detenida, y sobre ello también dialogó el Jefe de Gobierno, con énfasis en aquellas medidas que permitan dinamizar el ambiente de negocios en el país, atraer la inversión extranjera y liberar las fuerzas productivas con la participación de todos los actores económicos.

Sobre este tema específicamente, instó a hacer todo lo posible, con eficiencia y determinación, para implementar, cuanto antes, los consensos alcanzados entre Cuba y China en materia de cooperación bilateral.

Marrero Cruz también se refirió a las potencialidades de una colaboración multisectorial más estrecha, que eleve las relaciones económicas y comerciales al mismo nivel de los excelentes nexos políticos.

Sobre la visita oficial, la primera a China en su condición de Primer Ministro, se mostró satisfecho y muy optimista, a partir de la materialización de varios acuerdos mutuamente beneficiosos, y de la apertura de nuevas negociaciones que permitirán fortalecer, aún más, las relaciones especiales entre Cuba y China.

Poco antes del abrazo con palabras a la misión estatal, en la sede de la embajada cubana en Beijing, Marrero Cruz también intercambió, mediante videoconferencia, con los médicos cubanos que prestan sus servicios en cuatro provincias de China. Del intercambio cultural, de las barreras idiomáticas, de las condiciones de vida, de nostalgias, de la familia y de la Patria, compartió con los especialistas durante casi una hora.

La doctora Janiet Cote, que trabaja en Qinghai, calificó como muy enriquecedora la experiencia junto a poblaciones musulmanas y otras originarias del Tibet. Se trata de una misión retadora, en la que ya lleva cuatro años y durante la cual ha podido crecer profesionalmente, y avanzar en el uso de alta tecnología.

La doctora Yemila Estévez, por su parte, quien trabaja en Lanzhou, subrayó que ha sido un desafío laborar en China, principio compartido por los demás colaboradores, obligados a superarse cada día.

Marrero Cruz les reiteró el orgullo que representa para el pueblo de Cuba tenerlos a ellos y a tantos otros médicos en las diferentes misiones alrededor del mundo, una idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz que nos convirtió, desde entonces y por siempre, en embajadores de la solidaridad.

El Primer Ministro concluye este jueves su visita a la República Popular China, e iniciará una agenda oficial en la República de Belarús, que se extenderá hasta el próximo 12 de noviembre

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