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‘Better Call Saul’: la temporada 6 cierra el círculo con ‘Breaking Bad’ antes del gran final

Agosto 02, 2022

[Este artículo incluye SPOILERS de ‘BETTER CALL SAUL’ temporada 6 episodio 11]

Solo quedan dos episodios para el final definitivo de Better Call Saul y la serie parece dispuesta a quemar sus últimos cartuchos de la manera más contundente posible. 

La sexta temporada de lo que nació como un spin-off de Breaking Bad y no tardó en reclamar su propio puesto en lo más alto del Olimpo de las series, no solo al lado del título del que nació sino incluso por encima, se está desarrollando como tres cosas a la vez: el cierre de la historia de Jimmy/Saul (Bob Odenkirk), la unión final con Breaking Bad y también una celebración de las fortalezas y logros propios de Better Call Saul.

Así, esta temporada de 13 episodios dividida en dos bloques dio en el primero a dos de sus más superlativos intérpretes (Rhea Seehorn Giancarlo Esposito) la oportunidad de ponerse detrás de las cámaras para dirigir sendos episodios. Muy buenos, por cierto. Aunque sin relajarse, era el momento de disfrutar. Después de aquel mid-season finale que nos dejó temblando ante la pantalla, la tanda final de episodios se ha puesto verdaderamente seria; hasta volvió Michelle MacLaren para dirigir un episodio.

Thomas Schnauz, Vince Gilligan y Peter Gould, a quienes podemos considerar el implacable tridente creativo responsable de Better Call Saul (los dos últimos como showrunners, con Gilligan delegando confiadamente el timón en Gould), se han reservado la escritura y dirección de los últimos tres episodios de la serie. El antepenúltimo para Schnauz, penúltimo para Gilligan, último para Gould.

‘Better Call Saul’ se encuentra con ‘Breaking Bad’

Schnauz se ha despedido de la serie en un puesto de no poco privilegio. Su último episodio ya deja claro lo que va a pasar desde el título: Breaking Bad. No solo es un guiño a los fans (algo que la serie ha sabido manejar con maestría desde el principio, sin caer nunca en el fan service), este episodio se titula así porque cierra el círculo con la serie original más allá de la anunciada aparición de Bryan Cranston Aaron Paul retomando sus papeles.

El título es un reflejo del episodio de la primera aparición de Saul Goodman en Breaking Bad (el octavo de la segunda temporada, titulado obviamente Better Call Saul). El contenido, una desoladora constatación de que Jimmy vuelve a dirigirse al abismo tras retomar el gusto por las estafas y los esquemas embaucadores en Omaha, ahora con la colaboración de su compinche Jeff (Pat Healy).

Nada mejor que acompañar este peligroso devenir de los acontecimientos con flashbacks directos a su pasado compartido con Walter White y Jesse Pinkman. La aparición de los protagonistas de Breaking Bad es todo lo poco ceremoniosa que podíamos esperar de alguien que hace las cosas bien (en las antípodas de los rescates de mitología propia que suele operarse en otras producciones como las series de Star Wars): en una escena que completa lo que ya sabíamos de su primer contacto con Saul sin añadir nada más que no sea relevante al recuerdo de Jimmy en ese momento.

“No fui yo, fue Ignacio. ¿Os manda Lalo?”. A partir de esta frase de Saul Goodman en Breaking Bad se construyó la arquitectura narrativa de Better Call Saul, por lo que es toda una declaración de intenciones empezar este episodio a partir de ella. Solo que esta vez los espectadores sabemos muy bien quiénes son esos Ignacio (Varga) y Lalo (Salamanca), ya finados. Así, esta semana Better Call Saul cierra el círculo con Breaking Bad, da carpetazo a esa tarea pendiente y pasa a continuar su propia historia.

Porque el temblor de emoción del episodio no está reservado para la reaparición de Walter y Jesse. No. Ese sobrecogimiento llega cuando la siempre lapidaria Francesca (Tina Parker) revela a Jimmy que, cuando toda la operación de Walter White quedó al descubierto, recibió una llamada de Kim. Así que sabemos que Kim Wexler está viva. Y que Jimmy ha decidido ponerse en contacto con ella.

El avispado Thomas Schnauz nos hurta el contenido de su llamada telefónica a Florida, donde presuntamente trabaja Kim ahora. El método empleado es tan sencillo y eficaz (planos desde fuera de la cabina, el ruido del tráfico hace inaudible la conversación, la gesticulación nerviosa de Jimmy es todo lo que tenemos) que mantiene nuestra atención cautiva para los próximos episodio.

¿Habló Jimmy con Kim? ¿No consiguió localizarla? Solo el malogrado auricular de teléfono sabe lo que se dijo en esa conversación que desató la ira de Jimmy y también su voluntad de volver al negocio. Seguramente, con le objetivo de que ese camino le lleve de nuevo hasta Kim. Un camino que, nos tememos, seguramente no acabe nada bien: acabe mal.

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Con información de 20 Minutos

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